Significa muchas cosas, claro. ¿Quién no ha soñado con la estatuilla? Es un galardón tan excitante como el chocolate dorado de Willy Wonka, sin las calorías y con efectos secundarios de otra naturaleza que la nutritiva.
Mi lado más cínico – por no decir ‘hater’, lo cual resultaría mucho más preciso- acusaría que de un tiempo para acá la ceremonia de los Oscar, llena de actos buenos, otros
↧